De luchar en primera línea contra la pandemia a luchar contra la precariedad, la #HuelgaMIR indefinida comenzó el 13 de julio en la Comunidad de Madrid por un #ConvenioMIRYa y en defensa de la sanidad pública, con la solidaridad esencial de las trabajadoras de limpieza y otros sectores. La administración decidió negar el derecho a huelga, decretando unos servicios mínimos del 100%, entre otras trabas.
Como nos contaba Romualdo Chaviano, residente de anestesia de tercer año del Hospital Universitario La Paz y delegado Sindical del MATS: “Nosotros como personal no estructural supuestamente no tenemos servicios mínimos, pero la conserjería designó 100% de servicios mínimos para la huelga (…) hemos recibido todo tipo de trabas para que la huelga no se lleve a cabo, nos han cancelado vacaciones, nos están pidiendo cambiar días entre nosotros. Consideramos que son medidas punitivas para intentar evitar que vayamos de forma masiva a la huelga”.
Preparando la #huelga del 13 de julio @huelgamirmadrid Ruma, residente anestesia del Hospital La Paz, delegado Sindical del MATS en el Comité de Empresa pic.twitter.com/7fIXaoORnl
— IzquierdaDiario.es (@iDiarioES) July 10, 2020
Después de años de un modelo privatizador y de recortes en el personal -cuyo paradigma es la Comunidad de Madrid-, tuvimos que ver como miles de pacientes no podían ser atendidos de forma adecuada, lo que provocó que el numero de víctimas mortales se disparase en el momento de mayor contagio.
Uno de los colectivos que más tuvo que soportar el peso de esta situación fueron los MIR (médicos internos residentes), personal médico en formación de alguna especialidad. En Madrid más de 5000 doctoras y doctores en estas circunstancias fueron los que lideraron el reforzamiento de las UCIs y urgencias durante la cuarentena. En turnos maratonianos y sin apenas descanso, estos médicos junto al resto del personal sanitario se ganaron la simpatía de la población, que todos los días salía a sus balcones a reconocer la gran labor que estaban haciendo en momentos tan difíciles.
Los MIR reclaman la mejoría de sus salarios de miseria, algunos por debajo del SMI ( Salario Mínimo Interprofesional) si no llegan a hacer guardias. También mayor control y supervisión para que no terminen realizando tareas para las que no están formados ni psicológicamente ni profesionalmente. Además denuncian que la Administración Pública les utiliza como mano de obra barata con la que se intenta cubrir los agujeros del sistema sanitario.
Durante la cuarentena esta situación se agudizó y estos trabajadores-estudiantes fueron llevados hasta límites insoportables. Con jornadas continuadas de más de 24 horas en muchos casos y sin apenas días de libranza, ahora mucho de este personal en primera línea ni siquiera tiene asegurado un puesto de trabajo fijo.
Ejemplo de solidaridad de clase! Las trabajadoras limpiadoras del Gregorio Marañon apoyando la @huelgamirmadrid #HuelgaMIR pic.twitter.com/1d74biZ5HK
— IzquierdaDiario.es (@iDiarioES) July 13, 2020
Esas más de 5.000 MIR presentaron un nuevo convenio colectivo para pedir una mejora en sus condiciones laborales y la consejería de Sanidad no respondió hasta causar la convocatoria de una huelga indefinida de MIR en la Comunidad de Madrid el 13 de julio. Sin embargo, ahora sí que ofrece una respuesta: la negación del derecho a huelga, decretando unos servicios mínimos del 100%.
Si la primera ola del Covid golpeó especialmente a los barrios obreros y populares, a los trabajadores y trabajadoras más precarias de los sectores esenciales, a los migrantes sin derechos, el rebrote puede ser un segundo azote aún más duro ya que ahora se suma a los efectos de la crisis económica, la precariedad, el desempleo y la falta de recursos.
Por otra parte, respecto al sistema sanitario, el Gobierno se niega a tomar medidas urgentes como nacionalizar sin pago las empresas de la sanidad privada que se han enriquecido a costa de la pública, contratar masivamente nuevo personal en los hospitales o reconvertir parte de la industria para la producción de respiradores y otros materiales.
“Se nota, se siente, huelga de residentes” Ayer los aplaudisteis, hoy apoyad su huelga por condiciones dignas @huelgamirmadrid pic.twitter.com/d4obhv15g3
— IzquierdaDiario.es (@iDiarioES) July 13, 2020
Frente a la actual situación se hace imprescindible expropiar en su totalidad todos los recursos de la Sanidad Privada y de las industrias farmacéuticas, sin ningún tipo de indemnización económica y bajo control de comités de trabajadoras y trabajadores de la sanidad pública y usuarios. Esta es la única salida efectiva que hará posible una sanidad 100% pública: interviniendo a la privada tal como vienen reclamando trabajadores y trabajadoras sanitarias.
Frente a los rebrotes que ya están y los que están por venir es urgente ir en otra dirección. Unir la lucha de los sanitarios con la organización de los trabajadores y trabajadoras esenciales mediante comités de seguridad e higiene en los lugares de trabajo, así como la lucha por imponer medidas de emergencia como las que señalamos, será clave para poder enfrentar una nueva ola del virus, que se combinará con la crisis social que ya se descarga sobre la clase obrera, las personas migrantes y la juventud precaria.