El gobierno de la Comunidad de Madrid encabezado por Isabel Díaz Ayuso anuncia una nueva rebaja fiscal que supone junto a las ya aprobadas desde 2021 una reducción de 700 millones de euros de ingresos a las arcas públicas y que supone un regalo para las rentas más altas. Madrid concentra ya a nivel autonómico la mitad de las rebajas fiscales de las comunidades autónomas y lo hace en el contexto de una crisis de la sanidad madrileña debido a la falta de recursos que ha impulsado huelgas de médicos y una masiva movilización este fin de semana.
Ayuso parece tener claro su programa político y ni siquiera la situación actual de la sanidad pública con las urgencias al borde del colapso debido a la falta de recursos le supone un obstáculo. La nueva rebaja fiscal que supone un regalo de 700 millones de euros a las rentas más altas de la comunidad. En suma, se combinan una rebaja de medio punto de todos los tramos autonómicos del IRPF valorada en 330 millones que se produjo en 2021, la supresión de impuestos propios (3,4 millones) y en 2022 se le sumaron deducciones para fomentar la natalidad (34,7 millones); la ampliación al 25% de la bonificación del Impuesto de Sucesiones y Donaciones para hermanos y tíos y sobrinos (48,3 millones); la deflactación del IRPF (casi 200 millones). A los que se pueden sumar seis bonificaciones anunciadas recientemente de cara al 2023 que supone 92 millones más, aún por tramitar en la Asamblea de Madrid.
Un planteamiento que contrasta con que sus Presupuestos serán los que tengan más gastos de su historia alcanzando los 25.700 millones de euros. Y que no sólo pone en más aprieto a los servicios públicos, sino que aumenta el beneficio de las clases altas.
Un programa cuya base ideológica sigue siendo la llamada curva de Laffer que plantea que la reducción de impuestos debería aumentar la recaudación ya que los ciudadanos disponen de más dinero para gastar. Un absurdo descartado incluso por la propia academia burguesa pero que sirve como cobertura para un programa político que, en esencia, está al servicio de la burguesía.
Frente a este nuevo ataque a las clases populares, la izquierda institucional se ha posicionado aprovechando la radicalidad neoliberal de Ayuso para cubrir sus propias vergüenzas. No resulta creíble que el PSOE se pretenda ahora erigir en campeón de los barrios populares tras la movilización de este fin de semana, así como lo intenta Unidas Podemos o Más Madrid, quienes no han tardado en confrontar a Ayuso tras el anuncio de la rebaja fiscal. Estos partidos, si bien intentan presentar la situación con una cara más amable, también hacen política al servicio de los grandes capitalistas. No sólo el PP ha recortado en servicios públicos o ha preferido destinar dinero público a los Presupuestos más militaristas de la historia, estos últimos llegan de la mano del PSOE-UP.
Por tanto, para combatir los ataques de la derecha y la crisis de la sanidad debemos confiar en nuestras propias fuerzas , en la capacidad de las trabajadoras de impulsar y dirigir su propia lucha y arrancarle conquistas al gobierno madrileño.
La movilización por la #SanidadPublica madrileña del domingo fue espectacular y demostró que tenemos fuerza para exigir medidas de urgencia.
Ahora toca pensar cómo imponerlas con un plan de acción, desde la coordinación, la huelga y la lucha en las calles.
Para @iDiarioES pic.twitter.com/1kvJm5OnGa— Lucía Nistal (@Lucia_Nistal) November 15, 2022