Las ONGs que denunciaron que una persona muere de hambre en el mundo cada cuatro segundos, pidieron a los políticos reunidos en Nueva York, en la asamblea de la ONU, que actúen "para detener la crisis mundial del hambre".

Así lo hicieron en una carta abierta en la que expresan su indignación por el cuadro mundial y hacen recomendaciones a los gobiernos. Allí denuncian que el número de personas que padecen hambre se ha multiplicado por más de dos, desde 2019.

"Es inadmisible que con toda la tecnología agrícola" disponible actualmente "estemos hablando aún de hambre en el siglo XXI", declaró Mohanna Ahmed Ali Eljabaly, de la ONG Yemen Family Care Association, una de las firmantes de la carta.

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Muchas veces, los periodistas preguntan a los referentes de la izquierda "¿con qué ejemplo puede demostrar que el socialismo es un sistema que funcionaría?". Son pocas las veces en que se cuestiona si el capitalismo, en el que vivimos, es un sistema que funciona. Ante las alabanzas inconmensurables al libre mercado, la explotación sin límites de personas y recursos naturales, quizás sea preciso cuestionar para quiénes "funciona bien" el capitalismo.

Mientras en los últimos tres años, arrojó a 345 millones de personas al hambre, hay 20 personas (¡apenas 20 multimillonarios!) que, en el mismo período, vieron crecer sus obscenas fortunas un 24%. Una verdadera casta de parásitos ahogados en el lujo conseguido con la explotación de millones de trabajadoras y trabajadores, el empobrecimiento de la población aumentando las brechas de desigualdad a límites insoportables y la destrucción del planeta.

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