Esta madrugada, más de mil migrantes cruzaron la frontera sur de México, por el río Suchiate en su intento de alcanzar la frontera con Estados Unidos, pese a la represión que el fin de semana pasado donde la Guardia Nacional trató de impedir el paso con el uso de gases lacrimógenos y golpes a familias y personas discapacitadas.

Los centroamericanos ingresaron por el Puente Suchiate 2, un paso fronterizo exclusivo para vehículos de carga, de forma pacífica se agruparon en línea sobre el camino portando mantas en inglés y en español denunciando que reprimir la migración no resuelve el problema.

"Mandar a todos de regreso a nuestros países no resuelve el problema", se lee en alguna manta.

Mujeres, familias completas y personas con discapacidad iniciaron el camino hacia la frontera con Estados Unidos, pese a la represión que el fin de semana pasado, donde migrantes fueron agredidos con gases lacrimógenos y golpes, la caravana decidió continuar con el viaje.

“Hemos entrado de forma pacífica. Esta es una petición: que el Instituto de Migración o el gobierno nos apoye extendiendo un permiso para pasar por lo menos Chiapas, Oaxaca, para llegar a la frontera a trabajar”, dijo una de las mujeres que encabezó el contingente.

La caravana migrante pretende caminar los kilómetros de distancia con Estados Unidos, cientos de agentes de la Guardia Nacional y del Instituto Nacional de Migración (INM), entre otras corporaciones, ya los esperan para interceptarlos y detenerlos.