Una arremetida política por varios caminos es lo que evalúa la derecha luego de la decisión del gobierno de entregar el indulto presidencial a 12 presos políticos de la rebelión, y Jorge Mateluna. Por otra parte, ya desde la Corte Suprema y la Asociación de Fiscales, manifestaron su rechazo a las declaraciones que emitió Gabriel Boric respecto a Mateluna, y la decisión de otorgarle el indulto al referirse que en el juicio en su contra hubieron irregularidades. Todo esto prendió a la derecha, junto los sectores más conservadores y reaccionarios enquistados en poder judicial, que han mantenido a los presos políticos de la rebelión de octubre de 2019 tras las rejas, y en las cárceles alejados de sus familias.

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Entre algunos de los casos indultados más conocidos están el de Jordano Santander, de San Antonio, condenado por un montaje de la PDI, caso famoso por lo burdo de las acusaciones.

Aún en el país quedan decenas de presos políticos en la cárceles, y peor aún, todo en un manto de impunidad sobre todos los responsables de las masivas violaciones de derechos humanos, entre ellos Piñera, los altos mandos de carabineros y la PDI, así como las Fuerzas Armadas.

Entre los indultados están: Juan Bastián Olguín Rivera de 31 años; Bastián Ignacio Campos Gaete de 22 años; Jordano Jesús Santander Riquelme de 38 años; Luis Arturo Castillo Opazo de 37 años; Felipe Eduardo Santana Torres de 22 años; Cristián Marcelo Cayupán Queupil de 30 años; Francisco Andrés Hernández Riquelme de 23 años; Sebastián Emmanuel Montenegro Coo de 25 años; Claudio Anatanael Romero Domínguez de 21 años; Brandon Sebastián Rojas Cornejo de 22 años; y Jorge Mauricio Mateluna Rojas de 48 años, este último sin ligazón con la revuelta, sino un ex frentista condenado por asaltar un banco el 2013.

Los casos correspondientes a Antofagasta, Bastián Campos y Sebastián Montenegro, ambos ya estaban en libertad, porque cumplieron su condena y salieron hace un par de meses.

La incansable lucha que han dado familiares y amigos de presos políticos de la revuelta y mapuche sigue en pie, durante el gobierno de Gabriel Boric continúan habiendo presos políticos, y Chile Vamos aprovecha cada oportunidad para reafirmar su devoción a la justicia heredada de la dictadura, donde se persiguen a jóvenes luchadores sociales de los sectores populares, y se les encarcela con cualquier justificación para castigar la movilización.