ERC y JxCat de la mano del PSC y los Comunes reconocen el castellano como lengua vehicular en la escuela. Acatan la sentencia contra el catalán que dejará de ser la lengua vehicular única. Lo hacen solo un día después de la gran huelga de la comunidad educativa contra este de la Judicatura, ahora el TSJC, como parte de su ofensiva españolista.

Queda claro que su “apoyo” a la jornada de huelga del 23M era una total hipocresía y que la Generalitat no es ninguna aliada, ni en la defensa del catalán, ni mucho menos en la defensa de la educación pública. Los recortes de más de una década han deteriorado la calidad de la enseñanza pública y contribuido al retroceso de nuestra lengua.

No olvidamos que la inmersión lingüística fue una conquista del movimiento obrero durante la Transición en contraposición a la propuesta de la derecha catalanista que defendía un modelo segregador de escuelas según la comunidad lingüística de las familias.

Ahora, la nueva ley deja a la autonomía de cada centro el uso del catalán y elimina el punto que recogía el "refuerzo especial y adicional en la enseñanza de catalán" para aquel alumnado que se incorporara más tarde al sistema educativo catalán.

Atacar la escuela pública en catalán es atacar especialmente a las estudiantes de las familias de clase trabajadora y los sectores populares que mayoritariamente estudiamos en estos centros. Defendemos una educación pública en catalán, totalmente gratuita en todos sus niveles y suficientemente financiada a través de impuestos a las grandes fortunas y los beneficios empresariales.

Por eso, llamamos a salir a la calle el día 29 y 30 de la semana próxima en las próximas jornadas de huelga de la comunidad educativa que también incluyen la inmersión lingüística entre sus demandas. En defensa del catalán en las aulas y para acabar con una década de recortes.

Exigimos a las organizaciones estudiantiles que se sumen y convoquen huelga. Especialmente, hacemis un llamamiento al SEPC que hasta ahora se ha negado a hacerlo, siguiendo su línea de no molestar excesivamente en la Generalitat para mantenerla cómo “alidada”. Una política que se demuestra hoy como un total fracaso.

Desde Contracorrent sabemos donde está nuestro lugar. Como estudiantes, siempre junto a los trabajadores y trabajadoras de la comunidad educativa, nunca con el govern ni la casta universitaria. Como en los 80, la inmersión lingüística solo la podemos defender desde una movilización independiente de los que quieren imponer un modelo educativo segregador y neoliberal.