La misma semana que conocemos el segundo envío de armas a Ucrania, el PSOE no ha perdido el tiempo en volver a alinearse con las derechas en el Congreso. En esta ocasión oponiéndose al cambio del Código Penal que hubiera permitido juzgar los crímenes del franquismo por vías alternativas a las ya existentes. La propuesta ha sido así rechazada con los votos en contra del bloque de derecha y el Partido Socialista.
La propuesta tenía por objetivo añadir un artículo al CP por el cual los delitos de lesa humanidad y de genocidio no prescribirían, independientemente de si se cometieron antes o después de su reconocimiento en la legislación actual.
La excusa que han presentado, en la línea de la de la derecha y extrema derecha, es que la propuesta vulnera los principios de legalidad, seguridad jurídica e irretroactividad, ya que los crímenes no se incorporaron a la normativa hasta 2004. Sin embargo, este es un problema que parece presentarse solo cuando se trata de tocarle un pelo al podrido Régimen del 78 heredero del franquismo.
La propuesta llegaba en un momento en el que la Ley de Memoria Democrática del PSOE y UP se haya paralizada, aunque se trata de otra propuesta que también dejaba impune los crímenes del franquismo, como explicamos en este artículo.
El PP en sus declaraciones han defendido, por su parte, que la proposición “nada tiene que ver con la democracia o la justicia” y ha acusado a Podemos de querer destruir la intachable Transición; tan intachable que no rompía con elementos reaccionarios de la dictadura como la monarquía.
Los representantes de Ciudadanos han justificado su decisión porque la propuesta supondría “convertir el Código Penal en una güija” y VOX no ha perdido el tiempo en criticar al comunismo, como si éste tuviera algo que ver con la propuesta o con alguno de los partidos que integran el gobierno.
Pero no hace falta mirar hacia la derecha y la extrema derecha para ver ese blindaje al franquismo. También el PSOE, con el apoyo de UP cogobernando, siguen manteniendo su impunidad como parte del ADN de este régimen heredero del franquismo. Acabar con sus resto es terminar con la Monarquía, la mayor figura de continuidad y exaltación del franquismo y a la que este Gobierno y sus ministros aplauden, y luchar por la apertura de procesos constituyentes libres y soberanos.
Es evidente que el PSOE y Unidas Podemos jamás impulsarían un programa así. En definitiva, es terminar con este régimen monárquico y corrupto mediante la lucha de clases, abriendo el camino al gobierno de las y los trabajadores y una democracia que merezca ser llamada así.
