Esta restricción se suma a otras como en el ámbito laboral, dónde las mujeres pueden trabajar en muy limitados sectores, mientras que en el gobierno solo pueden trabajar en labores de limpieza. Para vuelos internacionales, se necesita autorización del tutor masculino, e inclusive la atención en su salud reproductiva necesita tal autorización.

Un gobierno y régimen totalmente patriarcal contrario a los derechos fundamentales de los afganos, y principalmente de las mujeres, y qué podríamos pensar sobre la situación de la comunidad sexo genérica... Estos valores de dominación masculina propagan el nulo poder de decisión de la mujer en el destino de su vida, a tomar sus propias decisiones, siendo “la tarea del hombre”, la de velar por su destino y tomar las decisiones de dos personas.

Como respuesta a esto, hubo protestas feministas, así como manifestaciones en universidades. Uniéndose también, a las protestas en el mundial de Qatar con respecto a las libertades de las mujeres y la comunidad sexo-genérica.

Es más necesaria que nunca la solidaridad internacional, la difusión, la denuncia contra este régimen patriarcal que ha negado la libertad para la mitad de su población, de las organizaciones feministas, y en general del pueblo trabajador, y así reconquistar, estas libertades básicas por la vía de la auto-organización.

Beauvoir decía; “la tutela masculina está en vías de desaparición. Sin embargo, la época en que vivimos todavía desde el punto de vista feminista, es un periodo de transición”